¿Alguna vez has limpiado tu PC gaming por dentro? Seguro que a lo mejor ni siquiera te has planteado afrontar esta ardua tarea.  Esta acción debería ser una prioridad si lo que queremos es tener siempre a punto nuestro equipo. Consigue rendimiento y funcionamiento idóneos para tu PC.

Limpiar a fondo por dentro un PC puede resultar ciertamente complejo y algo farragoso. Además, no siempre se hace de la forma más idónea, por lo que no queda perfectamente limpio y sigue arrastrando suciedad. Aplicarse a conciencia en ello, es esencial. Con cuidado y con la garantía de que no vamos a romper nada del interior, conseguiremos el resultado deseado. Además, si lo hacemos con una cierta frecuencia, vamos a conseguir un mejor rendimiento y funcionamiento idóneo.

Suciedad acumulada

Nuestros equipos poseen ventiladores que gracias a su funcionamiento refrigeran el sistema. Pero ello, también conlleva la entrada de suciedad procedente del exterior: pelos, pelusas, polvo …Todo lo que esté en suspensión en el aire. A pesar de que las cajas gaming están preparadas con filtros especiales para bloquear la entrada de polvo en ellas, no es menos cierto que resulta del todo imposible que no se genere suciedad, por muy cuidadosos que seamos.

 

Tarea de mantenimiento

Lo ideal sería ser constantes a la hora de mantener limpio nuestro equipo para que esta tarea no tuviera que hacerse tan regularmente. Si queremos empezar a marcarnos un calendario quizás sería mejor limpiar al menos una vez al mes y luego ir espaciando las limpiezas a 6 meses o incluso al año. Todo dependerá de dónde tengamos situado nuestro PC y cuán limpio sea el entorno en el que nos movamos. Básicamente, ser un tanto regulares en la limpieza hará que cuando tengamos que enfrentarnos a esta tarea sea menos farragoso y nos quite poco tiempo. Consigue rendimiento y funcionamiento idóneos:

  • Evita que el polvo obstruya la ventilación de la caja
  • Preserva el circuito de aire
  • Reduce y previene las altas temperaturas

Limpiar el PC

Limpiar sin dañar nuestro equipo

Lo primero de todo es tener confianza en ti mismo y conocer los métodos para proceder a la limpieza sin estropear ninguno de los componentes. Del mismo modo, ser cuidadosos y metódicos a la hora de hacerlo, es también esencial. No hay que olvidar que la limpieza es vital para el mantenimiento de nuestros equipos (periféricos, monitor…), y el interior del PC, es una de las partes más delicadas.

Existen diferentes opciones para poder proceder a la limpieza del interior de nuestro PC. El uso del chorro de aire a presión o aire comprimido suele ser el método más usado para ello. Se trata de una tarea sencilla que consiste en pulverizar el interior del ordenador con este spray de aire comprimido, manteniéndolo en vertical. El objetivo es pulveriza hasta que toda la acumulación de polvo haya desaparecido.

Otra de las opciones más comúnmente utilizadas es el uso de un pincel para quitar el polvo. La verdad es que se trata de un método más laborioso y lento pero es muy seguro y efectivo para los componentes interiores de nuestro equipo. Resultan ser muy eficaces para poder quitar el polvo que está incrustado en las aspas de los ventiladores por ejemplo, o en aquellas esquinas o huecos más inaccesibles. Es recomendable usar pinceles de diferentes tamaños para que nada se te resista.

También puedes tirar de alcohol isopropanol y bastoncillos. Con estos últimos humedecidos, lograrás disolver un poco el polvo o suciedad, mejor que con el agua. Por último, y ¡muy importante! Si has pensado en usar un aspirador para quitar el polvo a tu PC, olvídate de la idea. Habitualmente, el extremo de la boquilla se suele cargar de electricidad estática y si, sin querer, te diera por tocar algún que otro chip de algunos de los componentes, lo más seguro es que tuvieras que comprar nuevo material.

Antes de limpiar, desmonta tu PC

Una vez que hayas decidido con qué método limpiar tu PC, debes proceder a su desmontaje. Quita los tornillos exteriores de la caja y abre la torre para acceder a los componentes internos. Ten especial cuidado cuando empieces a manipular los componentes porque son muy sensibles y delicados. Una vez abierta la torre, examina bien cada una de las partes que puedan contener polvo (filtros, fuente de alimentación…) y límpialos. Si te atreves y te ves con la suficiente pericia, puedes desanclar otros componentes (como la memoria RAM, discos duros….) y los puedes limpiar también.

Sin duda, tu PC agradecerá todo aquello que dejes libre de polvo y suciedad.

 

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