Un año más MCR Gaming ha participado en el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2022. Producido por DEV, que es la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento) y con el apoyo de ICEX España Exportación e Inversiones, esta novena edición del informe ha ofrecido un amplio panorama del presente de la industria del videojuego tanto en nuestro país como a nivel mundial. En esta ocasión participamos con el artículo «Videojuegos y educación: el gran reto del siglo XXI»

En la era digital actual, los videojuegos ya no son sólo un mero pasatiempo para los jóvenes. Se han convertido en una valiosa herramienta educativa y de aprendizaje potencial para las nuevas generaciones.El ocio interactivo tiene la capacidad única de implicar y motivar a los alumnos, a la vez que proporciona una experiencia de aprendizaje divertida e interactiva que fomenta el desarrollo de diversas cualidades, tales como la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la creatividad y el trabajo en equipo.
Sin duda, son muchas las ventajas a la hora de utilizar los videojuegos en la educación y la manera en que pueden aplicarse para mejorar los métodos de enseñanza tradicionales. Conocer todas sus aplicaciones supone un apasionante viaje en el que nos daremos cuenta del potencial ante el que nos encontramos, con un objetivo bien claro: conectar el mundo de los videojuegos con la sociedad a través de la educación.

Los videojuegos como elemento educativo

Los videojuegos han adquirido en los últimos tiempos un gran protagonismo y popularidad. Prueba de ello son los más de 3.000 millones de jugadores en todo el mundo en 2022. Aunque durante décadas hayan sido objeto de controversia, en la actualidad se consideran fuente generadora de valores y habilidades sociales positivas y enriquecedoras. En general, el uso de los juegos “tradicionales” como dispositivo de instrucción lleva empleándose desde hace décadas y las ventajas de utilizarlos en la educación se debaten ampliamente en el campo de la pedagogía. Uno de los principales beneficios a la hora de usarlos en el aula es que proporcionan una experiencia educativa cautivadora e interactiva. Los alumnos pueden adquirir conocimientos mientras se divierten, lo que hace que el proceso de aprendizaje sea más agradable y memorable.

Si nos centramos en los juegos más modernos, los videojuegos, estos contribuyen a ayudar a los alumnos a perfeccionar habilidades esenciales tales como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la toma de decisiones. Mediante la presentación de pruebas y obstáculos que superar, los videojuegos motivan a los alumnos a pensar de forma innovadora y a encontrar nuevas soluciones a las dificultades. Esto los convierte en un recurso valioso para los educadores que desean fomentar experiencias de aprendizaje activas e intencionadas en el aula. Y es que sus beneficios se deben fundamentalmente a que su experiencia de uso es activa, experimental y situacional.

En los últimos años se han sucedido los ejemplos de juegos, e incluso grandes franquicias, que se han utilizado en las aulas. Ubisoft ha lanzado el modo Discovery Tour en sus últimas versiones de Assassin’s Creed (Origins, Odyssey, Valhalla), de manera que los jugadores pueden pasearse por recreaciones del antiguo Egipto, la Grecia clásica o la Noruega e Inglaterra vikingas del siglo IX.Títulos como Kerbal Space Program cuentan también con una versión específica para las aulas, KerbalEdu, diseñada para explicar a los alumnos cómo funcionan las leyes de la física, la mecánica orbital o la construcción de cohetes. Estos dos títulos no son los únicos ejemplos, ya que también existen ejemplos de estas prácticas en juegos como Minecraft, Legend of Zelda: Breath of the Wild, Fortnite, Papers, Please, Portal o Civilization.

Así, los videojuegos puede influir positivamente en el aprendizaje gracias al estímulo de capacidades como la interacción, motivación, las habilidades cognitivas y espaciales, retroalimentación y resolución de problemas. Para considerar el videojuego1 como medio didáctico, los expertos realizan en una primera fase, la evolución de la idoneidad de su contenido a través del sistema “Pan European Game Information” (PEGI)2. Se trata, básicamente de una serie de marcas asociadas a los videojuegos que informan de los caracteres de su contenido. Una vez considerados los más adecuados, entra en liza el
papel del centro educativo, y por tanto, el del docente. SEGUIR LEYENDO…

 

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